Al día en los hogares se producen alrededor de 4 kilogramos de basura, y de entre estos desechos se encuentran residuos peligrosos. Hoy te explicamos la importancia de desechar de forma segura los residuos peligrosos y cómo hacerlo.
A la hora de desechar los residuos hay que tener cuidado porque nos podemos encontrar con residuos peligrosos. Estos tipos de residuos son clasificados como nocivos por su impacto en el medio ambiente y la salud.
Por tanto, hay que saber identificarlos y conocer las formas en las que se deben desechar. Entre residuos peligrosos que nos podemos encontrar en el hogar, están las baterías, medicamentos, aceites, bombillas, vidrio, insecticidas, productos de limpieza y ropa.
Las pilas son dispositivos que convierten energía química en energía eléctrica. Los principales metales que contienen son plomo, mercurio, cadmio, litio y otras sustancias que resultan tóxicas, lo que lo convierte en un residuo peligroso.
A la hora de desechar las baterías hay que hacerlo en un contenedor especial dentro del hogar para la recolección de pilas y baterías usadas. Una vez lleno el contenedor llévelo a alguno de los puntos de reciclaje.
El aceite es un ingrediente esencial a la hora de cocinar y, además, un residuo peligroso. Pero, qué pasa cuando terminamos de usarlo, claramente debe ser desechado. Malamente algunas veces es desechado en los fregaderos, sumideros o desagües.
Acción que pone en riesgo el medio ambiente y nuestra salud, debido a sus altos niveles de contaminación de las aguas. Por este motivo, resulta indispensable que conozcamos cómo tirar el aceite de cocina usado.
Lo primero que hay que hacer es dejarlo enfriar después de su uso, una vez frío hay que verterlo en un recipiente resistente y con tapa hermética. Una vez sellado, tirar en la basura, o llevar el recipiente a un centro de acopio.
Los insecticidas y pesticidas son residuos perjudiciales y se hay que tener cuidado a la hora de desechar. Una vez vacías las bolsas vacías deben sacudirse hasta que estén limpias.
Además, deben enjuagarse barriles, botellas, y baldes vacíos tres veces. Para ser reciclados, los contenedores deben estar completamente limpios, sin ningún residuo de pesticida adentro ni en el exterior.
Ahora, la correcta gestión de los insecticidas es leer las etiquetas y seguir las instrucciones del fabricante. Nunca se deben tirar los pesticidas o insecticidas por el desagüe, sumidero o alcantarilla, ni tampoco desecharlos en la naturaleza.
Es recomendable desechar este tipo de productos en el mismo envase en el que se compran. Así evitaremos manipularlos, ya que podría ser dañino para la salud. Tanto los insecticidas como los pesticidas deben ser llevados a centro de acopios para su tratamiento.
Las bombillas tradicionales no son tóxicas, por el contrario de las fluorescentes que sí lo son que cuando se rompen liberan mercurio. Aunque no por esto no hay que ir con cuidado con las bombillas.
Estas cuentan con plomo, galio y arsénico, por tanto, también se debe tener cuidado al desecharlas. Además, si las bombillas o fluorescentes están rotos podrían ser un peligro para los recolectores.
En el caso de las bombillas incandescentes, estas pueden ser reutilizadas para todo tipo de decoración, siempre y cuando no estén rotas. En caso de estar rotas o no reutilizarlas deben ser llevadas a un punto de acopio para su recolección.
En cambio, las fluorescentes no se deben reutilizar ni mucho menos tirar a la basura. Este residuo deber se desechado en ferreterías o centros de acopio. En caso de que se haya roto hay que contactar con profesionales para su correcta descontaminación del entorno.
Los medicamentos también son residuos peligrosos. Lo primero que se debe hacer con estos tipos de residuos es leer las etiquetas, ya que estas nos indican si el medicamento puede desecharse por el inodoro o debe realizarse un proceso especial.
Aunque lo ideal a la hora de desechar los medicamentos es contactar con un servicio de recolección especial o llevarlo a un centro de acopio que recolecta este tipo de residuos.
Los residuos electrónicos deben ser desechados en los contenedores comunes del hogar. Debido a que los materiales que los componen son dañinos para el medio ambiente y la salud.
Este tipo de residuo debe ser retirado en los puntos autorizados, también conocidos como "Puntos limpios" o contratar un servicio especializado de recolección, así evitará que estos residuos peligrosos ocasionen daños.
Los artículos de limpieza cumplen con la función de desinfectar, y es su composición lo que los cataloga como residuos peligrosos. Y aunque, estos productos son para desinfectar, no es recomendable tirarlos por el retrete o el fregadero.
Esto debido a que poseen sustancias químicas que pueden ser tóxicas e incluso corrosivas y pueden dañar las tuberías. Lo recomendado es hacer uso de productos naturales o donar los envases a negocios de limpieza para su reutilización.
Las prendas de ropa que, aunque no lo crea, se consideran un residuo que es altamente contaminante. Aquí lo recomendable es
alargar lo más posible la vida útil de las prendas.
Sí la ropa está muy desgastada incluso puede seguir siendo usada como un trapo para limpiar superficies, o si está en buen estado, pero ya no se quiere usar puede ser donada para que alguien más le siga dando uso.
Los aerosoles es otro residuo peligroso con el que se debe tener cuidado a la hora de desecharlo. Si son de productos cosméticos o de limpieza del hogar, se pueden tirar al contenedor de los envases.
Pero si han tenido algún producto tóxico hay que llevarlos a un punto limpio. Se debe tener sumo cuidado, aunque ya esté vacío, de dejarlo al alcance de los menores. Mucho menos hago uso de los envases para contener bebidas.
Por último, cómo desechar el vidrio. Este tipo de residuo representa un peligro para los recolectores si no es desechado adecuadamente.
Por tanto, el vidrio debe contar con un contenedor especial para que los recolectores tomen las precauciones debidas.
Además, si el vidrio está fragmentado debe ser envuelto en varias capas de papel o puesto en una caja, así evitará que tanto su familia como las personas encargadas de la recolección sufran daños en su persona.
También está la opción de darles una segunda oportunidad, en caso de que aún tengan arreglo, y conservarlos hasta que de verdad ya no tengan reparación, o donarlos quienes más lo necesiten.
Aquí es donde entran las 3 erres: reciclar, reducir y reutilizar. Ten en mente que para reducir el impacto de la basura en el entorno se debe tomar conciencia y responsabilidad sobre la basura que generamos.
Comienza con un análisis de la basura que produce, evalúe de que cosas puede prescindir o sustituir para así reducir en por los menos un 25% la cantidad de basura que genera en su hogar.
Identifique aquellos artículos que puede reutilizar en su hogar o donarlos para así extender su vida útil. E identifique aquellos residuos que pueden ser reciclados. Así sacará de circulación una gran cantidad de basura.
Tome en cuenta las precauciones que le acabamos de dar sobre cómo desechar los residuos peligrosos para aplicar las 3 erres. Conozca más sobre la gestión de los residuos, así reducirá el daño causado por la basura en nuestro entorno.
