La basura pareciera no tener fin, y es causante de un sinfín de problemáticas socioambientales. El reciclaje es la mejor alternativa para disminuir su impacto. Pero qué pasa con la basura que no se recicla, hoy te hablaremos de ello y que se puede hacer al respecto.
El planeta se ha convertido en un vertedero. Se estima que al año se generan alrededor de 2.010 millones de toneladas de basura, de esta abrumadora cantidad, un 33% no son tratados como es debido.
La actividad humana es la principal causante en el aumento de generación de basura. Los puntos con mayor concentración de personas son los que más generan basura, como las
plazas comerciales.
Es sabido que, hasta el momento, no existe una solución definitiva; sin embargo, una perfecta sintonía entre la gestión de los residuos y su correcto tratamiento reduce la cantidad de residuos no tratados.
Existen residuos sólidos a los cuáles no se les puede dar una segunda vida. Y aunque no se reciclen deben ser separados de acuerdo a sus características, así el tratamiento de los residuos para su eliminación es más efectivo.
Los residuos sólidos que no se reciclan poseen algún elemento particular en su estructura que hace imposible su tratamiento para ser reciclado. Por ello, es importante saber cuáles son y no confundirlos, de lo contrario pueden causar consecuencias, como daño a la salud.
Entre los materiales no reciclables encontramos las cintas adhesivas y, en general, cualquier material autoadhesivo, como los post-it. Ya que estos están fabricados a base de caucho sin tratar. Por eso es importante retirar las etiquetas de los envases antes de colocarlos en el contenedor de reciclaje.
Otro tipo de basura no reciclable es el papel proveniente de tickets y fax, debido a que este tipo de material es térmico. Tampoco puede ser reciclado el tipo de papel carbónico, ni los papeles plastificados.
El papel higiénico y las servilletas de papel no son reciclados, esto debido a que propiamente no es papel sino celulosa, por tanto su correcto tratamiento debe ser enfocado a la biodegradación.
Es importante mencionar lo siguiente: no porque sea papel o plástico quiere decir que son aptos para ser reciclados. Existen productos que su estructura no es solo papel o plástico sino que contiene otros componentes que los hace no aptos para el proceso de reciclaje.
Hay productos como los tubos de pasta dental, los encendedores desechables, bolsas de frituras, envoltorios plásticos de alimentos y los envases de colores o serigrafiados que no son aptos para ser reciclados.
Los espejos y la cerámica es otro tipo de material que no pueden ser reciclados. El primero, porque son un tipo de vidrio con una composición especial; y, el segundo por su proceso químico, ya que, una vez cocido no puede volver a su estado original.
Y por supuesto, todo material que contenga sustancias tóxicas, pintura o combustibles, por ningún motivo, debe ser reciclado ni reutilizado, sino que debe pasar por un proceso correcto de eliminación o contención.
Dentro de los materiales que sí pueden ser reciclados tenemos el vidrio; papel y cartón; pilas y baterías; y, madera. Para su efectivo proceso de reciclaje deben ser colocados en el contenedor en el que corresponde.
Hoy en día se posee mayor conocimiento sobre los pasos a seguir para la correcta gestión de los residuos, pero aún falta mucho por concientizar a la población para que este proceso sea efectivo.
Pero como ahora ya sabemos, existen productos que están compuestos por materiales que sí pueden ser reciclados y otros que no, los que los descalifican de inmediato para pasar por el proceso de reciclado.
El problema surge del desconocimiento de esta información. A la hora de realizar la separación de la basura, al colocar erróneamente los residuos, esto obstaculiza el proceso de reciclaje e incluso, al contener sustancias tóxicas, los demás residuos reciclables corren riesgo de ser contaminados.
Otro problema con la basura no reciclable es, por ejemplo, el no saber qué hacer con aquellos residuos sólidos de gran tamaño compuestos por varios materiales a la vez, que al final terminan siendo votados en vertederos ilegales.
Además, que al ser, en su mayoría, materiales no biodegradables su presencia en el planeta es un peligro si no son tratados correctamente. Su impacto va desde causa de inundaciones, contaminación del suelo, hasta daño a la salud.
La solución a esta problemática es contar con un servicio de recolección de basura fiable, así nos aseguramos que los residuos terminen en un vertedero legal en el que recibirán el trato debido para su eliminación o contención.
En este punto, es importante identificar los tipos de residuos sólidos que se generan. Así determinará, junto con el servicio de recolecta, los pasos a seguir para preparar su desecho y establecer horarios de recolección.
Para reducir nuestra producción de basura debemos practicar la correcta gestión de los residuos. Esta inicia desde la separación de la basura, para ello hay que colocar contenedores para su correcta separación.
Además, debemos tener un consumo responsable, optar siempre por productos elaborados a base de materiales reciclados o que sean biodegradables. Comprar a granel, entre menos empaques mucho mejor; y, reutilizar lo más que se pueda los productos.
Infórmate más sobre los servicios de recolección que hay en tu localidad, conoce los beneficios que traerá a tu hogar o negocio. Recuerda, nosotros marcamos la diferencia para hacer un mundo mejor, libre de basura.
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