La mejor forma de cuidar el medioambiente es mediante la correcta gestión de residuos. Hoy te explicamos en qué consiste el manejo correcto de la basura y que de esta forma puedas aplicarlo en tu rutina diaria y en todos los ámbitos de la vida.
Lo primero que deben saber sobre la gestión de residuos, es que este proceso consiste en una serie de actividades necesarias para el correcto tratamiento de los desechos.
Este proceso inicia desde su generación, hasta su eliminación o reaprovechamiento. El incorrecto procesamiento de la basura ocasiona el aumento contaminación en los ecosistemas del planeta, convirtiéndo en una problemática medioambiental.
Desde el hogar, el comercio o en donde sea que se haya generado los desechos, se debe tener responsabilidad con los residuos, separándolos y asegurándose que sean recolectados adecuadamente.
Pues, cada desecho tiene sus propias propiedades y, por tanto, a la hora de ser tratados para su eliminación o aprovechamiento, pasan por un proceso distinto. Es por eso que tenemos que poner atención en la importancia de separar la basura para su recolección.
En la actualidad, como resultado de las campañas de concientización que han llevado a cabo, ha influido en el rediseño de productos para que se adapten a la necesidad del cuidado del medio ambiente.
Además, se ha creado conciencia entre los consumidores, cambiando hábitos de consumo, adquiriendo más productos orgánicos, siendo responsables a la hora de comprar lo que consumen y verificando que se desechen correctamente.
Sin mencionar que, en ciertos lugares, como en la Unión Europea (2021) se han reformado leyes con el objetivo de generar menos residuos, implementando estrategias como cobrar las bolsas de plástico, o la prohibición de su uso.
Aun con todas estas mejoras que se han logrado, se debe buscar siempre optimizar estos procesos, con esto en mente los propósitos de la gestión de residuos se han actualizado.
El principal es minimizar en lo posible la generación de nuevos desechos. Actualmente los vertederos no se logran dar abasto para la contención y tratamiento de los residuos, ocasionando problemáticas medioambientales y sociales.
Lo segundo es reutilizar al máximo los materiales de esos residuos, mediante reciclaje. Aquí juega un papel importante la economía circular que permite aprovechar los desechos como material para la elaboración de nuevos productos.
Por supuesto, también es importante crear conciencia y aportar en educar a la comunidad sobre la importancia de la correcta gestión de residuos, resaltando en este punto de hacer introducir este saber en la educación escolar básica.
Además, mejorar el alcance de una gestión integral de residuos en las ciudades para que llegue a todas partes. Y maximizar el aprovechamiento de los residuos como energía renovable o como fertilizante.
La gestión de residuos pasa por diversas fases, cada una de ellas debe ser cumplida, y por ninguna razón omitida, para cumplir con los propósitos ya mencionados.
La primera fase corresponde a la recogida en el punto de generación. Los puntos pueden ser en las empresas, el hogar, el comercio, hospitales, etc., cada uno de estos puntos proceden de acuerdo al tipo de residuos que manejan.
La fase número dos corresponde al transporte hasta los lugares adecuados para la siguiente fase de procesamiento. Para la transportación de los desechos se puede recurrir al servicio público o a un servicio privado, también dependerá del tipo de residuos generados.
La última fase es el procesamiento en plantas preparadas para re-aprovechar lo posible. En estos lugares, los desechos son clasificados, de acuerdo a sus características y procesadas para su eliminación o reaprovechamiento.
Existen dos formas tradicionales para disponer los residuos, una de ellas es por los vertederos y la otra es la quema de residuos. La desventaja de estos procesos es que no se aprovechan materiales o generan energía.
En los vertederos, la basura se deposita en un lugar alejado de los núcleos de población. Pero, esto solo significa “contener”, y su presencia en este espacio provoca la contaminación del suelo, acuíferos; además, el efecto de residuos peligrosos que no se han tratado es grande.
La otra forma tradicional es la quema de residuos. Esta es la forma más antigua de disponer de ellos, y actualmente, de no hacerse correctamente, es la que más daño causa a la atmósfera debido a las emisiones ocasionadas por la quema.
Como respuesta a estas deficiencias en los tratamientos tradicionales, se han desarrollado nuevas formas de disponer de los residuos. Por ejemplo, la pirólisis, que consiste en la incineración en tanques sellados con oxígeno.
Con este método, se evita la emisión de gases contaminantes y es más eficiente en cuanto a generación de energía aprovechable. Ya que por medio de la pirólisis, ciertos residuos orgánicos o vegetales se pueden usar para obtener combustibles.
También, hoy en día se cuenta con el reprocesamiento biológico. En este proceso la materia orgánica, e incluso el papel, se pueden descomponer y formar compost, que sirve de abono para la agricultura.
Uno de los más usados es el reciclado, que tomó popularidad con la campaña de concientización sobre la gestión de los residuos. En este proceso se aprovecha el material reciclable, como aluminio, plástico o papel, para crear un nuevo producto.
Por último, está el tratamiento de aguas residuales mediante la extracción de lodos. Este método se crea con la demanda en el crecimiento de las ciudades y, por tanto, el agua residual ha aumentado mucho.
Mediante el tratamiento de las aguas residuales, se pueden obtener diversos tipos de lodos, que pueden ser usados en agricultura como fertilizante, y de esta forma cumplir con el objetivo.
En comparación con los residuos típicos que se generan en el hogar, existen residuos peligrosos que deben ser desechados adecuadamente, de lo contrario representan un
peligro para el medio ambiente y la salud de la población.
Entre los tipos de residuos peligrosos nos encontramos con: explosivos o inflamables, sustancias cancerígenas, residuos radiactivos, tóxicos y de gran peligro biológico para las personas o el ecosistema, etc.
La forma de proceder con ellos es la siguiente: el residuo se almacena, se etiqueta, se transporta al lugar adecuado y se trata. De ser posible, se intenta re-aprovechar, de lo contrario se dispone de manera que cause el mínimo daño.
Te invitamos a conocer más sobre la
gestión de residuos y como su correcta ejecución contribuye al cuidado del medioambiente y a prevenir accidentes que comprometan la salud de la población.
