Es un hecho que habitar un sitio en malas condiciones es un potenciador de riesgos, tanto en la integridad física como en la salud. Una de estas malas condiciones es la contaminación del agua. Hoy te contamos los principales efectos del agua contaminada en la salud.
El agua es un recurso vital para la vida. Esta nos proporciona minerales esenciales como el calcio, magnesio y el flúor. El beberla permite el transporte de nutrientes a las células.
Además, colabora en el proceso digestivo, en la respiración y en la circulación sanguínea. E interviene en la contracción de los músculos y da flexibilidad y elasticidad a los tejidos.
Los minerales que proporcionan sirven para fortalecer los huesos y los dientes. Y participa en el buen funcionamiento del cerebro y de los nervios; regula la temperatura corporal y retrasa el proceso de envejecimiento.
Los beneficios de este líquido vital son muchos, pero hay que tener cuidado. El beber o simplemente estar en contacto con agua contaminada es perjudicial para la salud de todo ser vivo.
La OMS define por agua contaminada, aquella cuya composición haya sido modificada de modo que no reúna las condiciones para el uso que se le hubiera destinado en su estado natural.
La principal fuente de contaminación del agua es la actividad humana. Las malas prácticas del consumo y uso del agua conducen a consecuencias como el contraer enfermedades.
El contar con agua segura, en las cantidades suficientes, facilita los buenos hábitos de higiene, que es una medida importante para prevenir desde enfermedades diarreicas hasta infecciones respiratorias agudas.
Para quienes vivimos en zonas urbanas nos es imposible imaginar personas que no cuentan con un servicio de agua potable, pero las hay, se estima que al menos 2000 millones de personas en el mundo utilizan fuentes de agua para consumo humano que están contaminadas con heces.
Y aunque este panorama desolador, de la falta de agua potable, parece lejano para nosotros, lo cierto es que la cifra de 2000 millones irá en aumento los próximos años, esto debido al cambio climático y el crecimiento de la población.
Datos recolectados por la OMS arrojaron que, en 2019, en los países menos adelantados, solo el 50% de los establecimientos de salud tenían servicios básicos relacionados con el agua.
Además, solamente contaban con el 37% de los servicios básicos de saneamiento y el 30% de servicios de gestión de residuos. Estas cifras son importantes porque revelan la gran problemática que existe en proveer el agua debidamente en todas las zonas.
Otro estudio realizado por la OMS en el 2020, señalan que el 74% de la población mundial utilizaron un servicio de agua potable, cuando se necesitaba; mientras que el 26% restante se arriesga al contacto con el agua contaminada.
La relación del agua con la salud es muy estrecha, este líquido es esencial para los protocolos de higiene en el hogar, lugares públicos y centros de salud. El humano necesita estar hidratado para que su sistema funcione al 100%.
Entonces, ya sea para beber o para su uso doméstico o para lo que sea requerido es esencial que el agua sea potable y esté a disposición inmediata. Por tanto, las naciones deben poner suma atención al abastecimiento del agua, su saneamiento y la gestión de los recursos hídricos.
La deficiencia en el saneamiento y el contacto con el agua contaminada tiene como consecuencia la transmisión de enfermedades. Se calcula que 15% de la población mundial contraen infecciones durante la hospitalización debido al nulo servicio del agua y falta de saneamiento.
Tome en cuenta que una persona necesita al día entre 20 y 50 litros de agua potable, para beber y para la higiene. Lamentablemente 2 mil 600 millones de personas no tienen acceso al agua potable y carecen de saneamiento adecuado.
Entre las enfermedades que se transmiten por agua contaminada está la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. Al año 3.2 millones de personas mueren por enfermedades infecciosas que se contraen por agua contaminada.
Si una ciudad con sistema de saneamiento adecuado, que provee de agua potable a sus ciudadanos, se puede asegurar que está ciudad ya es una ciudad de primer mundo o va en vías de crecimiento.
¿Las razones? El contar con agua accesible y potable, evita el esfuerzo físico que implica el tener que acarrear al hogar, lo que significa este tiempo y esfuerzo pueden ser aprovechados en otras áreas, y ser más productivos.
Por el contrario, vivir en una zona donde el acceso al agua es complicado y además está contaminada, no solo trae como consecuencias las enfermedades ya mencionadas, sino también ocasiona trastornos musculoesqueléticos, provocado por el esfuerzo de acarrear agua.
Si las personas están enfermas por el agua contaminada, se traduce a menos manos de obra para otras áreas de desarrollo. Además los niños, los más afectados, faltarían a la escuela entorpeciendo su proceso de educación y su tasa de mortalidad sube.
Organizaciones como la OMS y la UNICEF desde hace décadas han puesto en marcha estrategias para enfrentar esta problemática mundial. Pero, lamentablemente el panorama no es alentador.
Esto se debe a que la población mundial va en aumento y los cambios climáticos han complicado la situación, zonas en las que antes no había problemas de acceso al agua, ahora por sequía se están enfrentando a esta situación.
¿Qué es lo que se puede hacer? Concientizar a la población sobre la importancia de cuidar este recurso, exigir a los gobiernos pongan atención en el saneamiento de las aguas y proveer a la población de agua potable.
Conoce más sobre las consecuencias trae el estar en contacto con agua contaminada e infórmate sobre las acciones que se están realizando en tu localidad para prevenir enfermedades y escasez del líquido vital.
